¿Como podemos incentivar a nuestros niños a leer?
Parte importante de esta motivación tiene que estar directamente en el hogar, si los niños no ven a sus padres leer no lo verán como una herramienta interesante, en vez de regalar un juguete podríamos regalar un libro didáctico entretenido con imágenes e historias acordes a su edad.
Este proceso de desarrollo congnitivo puede generarse incluso en los primeros años de vida, pues aunque los niños no tengan las herramientas para leer, la transmisión de relatos por vía oral fomenta su imaginación, comprensión, concentración y forma de relacionarse con el mundo. Leerles un cuento o una historia, acercarlos al libro como objeto cotidiano, crear o mantener una biblioteca en casa, llevarlos a librerías y, principalmente, involucrarlos en la lectura mostrándoles detalles, palabras e ilustraciones aumentará sus posibilidades de ser futuros lectores.
Leer es una de las más efectivas actividades de aprendizaje y entretención, desarrolla la imaginación y permite aumentar las posibilidades de desenvolverse mejor en el mundo que nos rodea.
Desde los dos hasta los cinco años, los niños y niñas inician su contacto con el "objeto libro". Por eso es fundamental que lo hagan en un entorno de afecto y de agrado por la palabra, ya que en esta etapa se deben potenciar las costumbres de cuidar los libros, y de "intencionar" el momento de lectura como algo agradable, tanto como jugar con juguetes. Para "jugar a leer" es importante que a los libros se les dedique el mismo espacio e importancia jerárquica que a los juguetes: ambos pueden ir de la mano.
En esta etapa son muy prácticos los libros de cartón, o los forrados en plástico, de tamaño pequeño, que sean fáciles de manipular por lo niños. Es importante que los niños, junto a sus padres o a las personas que los cuidan, comiencen a formar su biblioteca. Igual como disfrutan de sus juguetes, los que generalmente son guardados después de jugar (para que no se ensucien o no se maltraten), lo mismo hay que hacer con los libros.